La Apropiación de Jesucristo (Juan 6:52-59)

Juan 6:52-59
52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.

59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

Predica de Pastor Jaime Greenwood, 23 de junio, 2013

[youtube  http://youtu.be/UhsbkB39Ju4]

Jesus

I. Palabras difíciles de entender. V. 52

A. Las palabras de Jesús producían contiendas.  Hasta el día de hoy, este pasaje es interpretado de una variedad de maneras. Pero debemos concluir que el sentido pleno de estas palabras es hay que creer en Jesucristo. Pero los judíos ahora no murmuran entre sí, sino están en pleno conflicto el uno con el otro sobre el significado de estas palabras.

B. Las palabras no se suelen explicar cómo llevarse a la práctica.  La contienda es cómo será entregado el cuerpo de Cristo para que su carne sea un alimento para lograr tener vida eterna.

II. La necesidad de alimentarse de Cristo. Vs. 53-55  

A. Todos deben llevar a Cristo en lo más profundo de su ser. V. 53  Aquí hay una alusión al sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario. Jesús dice que la parte de su cuerpo que es pan que hay que comer es su carne y agrega que su sangre es alimento espiritual también. Los judíos tenían prohibido comer carne con sangre Gen. 9:4 (Morris, Leon El Evangelio Según Juan Vol. I, p. 428). El tiempo de los verbos comer y beber son aoristos o tiempo pasado y refleja claramente que es una acción que ocurre una sola vez pero absolutamente necesaria para alcanzar la vida eterna y entrar en unión con Cristo.

Si no comemos y bebemos esta comida espiritual estamos tan muertos como los que no alimentan sus cuerpos físicos.

B.  Todos deben recibir a Cristo con gusto. V. 54  La palabra traducida comer aquí es diferente y contiene el significado de “masticar” o “crujir”. La idea es de comer con gusto, una verdadera degustación. Tenemos aquí un reto de comer de verdad. Cuando uno recibe a Cristo de esta manera tan plena le es dado vida eterna. El seguro de la vida eterna es que participará en la resurrección en el día final. Después de tantas referencias al día final llegamos a la conclusión que nuestra vida será algo supremamente gozosa en aquel entonces.

C. Todo lo que necesitamos se encuentra en Jesucristo. V. 55  A diferencia de la comida que nos puede alimentar por un cierto periodo, la comida que es ofrecida en la persona de Jesucristo da sustento verdadero. “Él es el único en quien podemos hallar” las necesidades profundas de nuestro ser (Morris, p. 430). No podemos tener vida eterna si no la hallamos en la persona de Jesucristo. No debemos buscar lo que Cristo nos ofrece en ningún otro lugar.

III. Los beneficios de alimentarse de Cristo. Vs. 56-59

A. Tenemos una relación de permanencia. V. 56  Una relación íntima con otra persona no es casual. Requiere una inversión importante de tiempo y comunicación de deseos y expresiones de amor. Cristo indica que desea tener una relación íntima con todos los que están dispuestos a alimentarse de Él, tanto que dice que permanecerá en esta relación con el Señor. No es algo que se recibe y puede olvidarse, sino es algo que cambia radicalmente nuestra forma de ser y vivir.

B. Viviremos para Cristo. V. 57  Mientras que la vida de Jesucristo mismo depende de la Padre (Juan 5:26), y el Hijo vive para el Padre (Juan 4:34) nosotros tenemos que dejar que Cristo entre en nosotros para entregarnos vida del Padre que vive. “Esa persona vivirá única y exclusivamente para Cristo; ese será el sentido de su vida” (Morris, p. 431). La dependencia que tenemos de alimentar a nuestros cuerpos varias veces en el día es una ilustración de la necesidad de alimentar nuestra vida espiritual con Cristo continuamente (es el sentido del tiempo verbal). Comer la carne y beber la sangre es una acción que ocurre una sola vez pero hay necesidad de alimentarnos continuamente.

C. Recibimos la promesa de vida eterna. V. 58-59  Jesús vuelve a hacer recordar a su audiencia que su petición de recibir maná del cielo solo puede aliviar su hambre mientras alimentarse de la persona de Jesucristo produce vida eterna. Es cierto que la mayoría de las personas pasarán por la puerta de la muerte, pero después les espera la vida eterna en plena comunión con Dios. Juan nos hace entender que esta es una verdadera enseñanza de Jesús porque nos hace entender que es parte de un discurso dado en la sinagoga de Capernaum cosa que significa que estaba expuesta a ser comparada a la Ley de Dios en aquel lugar.

Satisfacer Su Hambre (Juan 6:41-51)

pan de vidaJuan 6:41-51
41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.

42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?

43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros.

44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.

46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.

47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

48 Yo soy el pan de vida.

49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.

50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.

51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

Predica de Pastor Jaime Greenwood, 16 de junio, 2013

[youtube http://youtu.be/rM1KQY4wSQQ]

hitler jóvenesDurante la segunda guerra mundial los alemanes obligaron a muchos chicos de 12 y 13 años a participar en el Gestapo Juvenil. Estos chicos fueron tratados sin amor y tuvieron que cumplir con tareas inhumanas. Cuando al final la guerra terminó, la mayoría de estos chicos se había perdido contacto con sus familias y vagaban sin comida y refugio. Como parte de una campaña de ayuda en la Alemania pos-guerra, muchos de estos jóvenes fueron trasladados a vivir en ciudades de carpas. En ellas, los médicos y los psicólogos trabajaron con los jóvenes para intentar restaurar tanto su salud mental como física.

Se dio a conocer que muchos de los muchachos se despertaron durante la noche gritando con terror. A uno de los médicos le ocurrió una idea para tratar con el temor. Después de la cena cada noche, le daba en mano a cada chico un pedazo de pan para llevar consigo a la cama y fue instruido de guardarlo hasta la siguiente mañana. Los jóvenes pudieron entonces dormir tranquillos porque después de tantos años de hambre, por fin tuvieron la seguridad de que iban a poder comer el próximo día.

Si vos tenés a Jesucristo como tu Salvador tenés en tus manos el Pan de Vida y por lo tanto tenés la seguridad de que no dejarás esta vida con terror y miedo.

I. La queja: Nadie quiso reconocer que Jesús es el Hijo de Dios Vs. 41-42

Las palabras que Jesús pronunciaba no fueron los que la gente quería oír.

A. Los religiosos se rebelan contra las enseñanzas de Jesús. V. 41  En vez de debatir las enseñanzas de Jesús, los religiosos sembraron dudas en los corazones de los oyentes. No oponían y contradecían abiertamente lo que dijo Jesús, sin embargo susurraron entre si su desaprobación. Nos hace recordar de las innumerable veces que los Israelitas murmuraban contra Moisés y Dios en el desierto (Num. 14:27).

Muchas personas no contradicen abiertamente las enseñanzas de la Palabra de Dios instruidas en la iglesia pero en sus corazones dicen que no les gusta. En privado, cuestionan las instrucciones de la Biblia y su aplicación en su vida personal. Al decir que es imprescindible disciplinar al hijo algunos dicen pero esto no es para mí hijo que es un caso especial. Cuando la enseñanza es amar a otros más que uno mismo la conclusión es que mi vida era dura entonces merezco la autocompasión. Al decir que es absolutamente necesario el amar a Dios con todo su ser y que todo lo que a uno tiene le pertenece a Dios algunos concluyen que la iglesia está motivada por el lucro entonces estas enseñanzas no se aplican.

Cuando el creyente rehúsa implementar las enseñanzas de Dios en su diario vivir es igual a la murmuración de los religiosos.

B. La gente rechaza la naturaleza divina de Jesús. V. 42  Nadie cuestiona la teología de Jesús porque ni siquiera está dispuesto a aceptar su divina procedencia. Mientras en reiteradas veces Jesús relata que ha descendido de lo alto, el argumento en contra es que él es simplemente otro conciudadano galileo. Por haber conocido a toda la familia terrenal de Jesús nadie está dispuesta a otorgarle divinidad aún después de haber visto las señales (Marcos 6:3) La gente apuntaba a su genealogía terrenal para descreditar a sus afirmaciones de divinidad.

Jesús no es meramente carne y sangre sino es Dios encarnado. Es absolutamente necesario reconocer este dato para poder creer en Su poder para salvarnos en el día postrero.

II. La reacción: Jesús reprende con la Palabra. Vs. 43-46  

A. Jesús los manda a dejar de murmurar. V. 43  La primera cosa que Jesús hace es confrontar el pecado de falta de fe entre ellos. En cierta manera su contestación es apuntar al problema más grande en la historia del pueblo de Israel. La murmuración representa lo que ocurre en sus corazones. No pueden confiar en lo que Dios les dice, no a través de Moisés ni a través de Jesucristo.

La falta de fe en tu vida puede producir un cinismo y cuestionamiento de la credibilidad de Dios. La forma más directa y bíblica para tratar con este pecado es reprenderlo. Dejá de pensar así y compartir tu falta de fe con otros, infectando como una virus a los en tu alrededor. Es el ejemplo bíblico para seguir cuando la falta de fe se manifiesta en la vida de cualquiera persona.

B. Jesús afirma su poder y autoridad divino. V. 44  Jesús afirma nuevamente que Su verdadero Padre, Dios Todopoderoso, es responsable de conceder el deseo de venir a Jesús. Todos los que vienen en fe a Jesucristo recibirán una confirmación de Su poder cuando sean resucitados en el día postrero (1 Tes. 4:15-17)

C. Jesús enseña que venir a Él en fe es aceptarlo como príncipe y Salvador. V. 45  Cita a Isaías 54:13 para mostrar que todos tienen la oportunidad de escuchar la enseñanza y ejercitar fe en Jesús, acercándose a Él. Pero no todos están dispuestos a recibir la enseñanza.  Está ya establecido que todos los que le recibieron vendrá a ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

D. Jesús es intermediado entre el  Padre y el hombre. V. 46  Nadie ha visto a Dios (Juan 5:37). Pero el que procede del Padre lo ha visto y cumple su voluntad en la tierra. Si uno está dispuesto a creer en su procedencia celestial puede venir a Jesús.

III. La satisfacción: Creer en Jesús. Vs. 47-51  

A. La vida eterna se consigue en la persona de Jesús. Vs. 47-48  Jesús aclara que él es el pan que da vida y que creer en el produce vida eterna. A diferencia de un pan que sostiene a la vida unas horas más, Su vida es un ofrecimiento que perdure eternalmente.

B. La alimentación del cuerpo es trivial. V. 49  Mientras ellos buscaban llenar sus panzas otra vez, Jesús les mostraba que la alimentación del cuerpo, aún cuando cae del cielo, resulta en la muerte (1 Cor. 10:1-5).

C. El verdadero pan del cielo produce vida. Vs. 50-51  Mientras el maná cayó del cielo, no pudo producir vida por más que unas horas. El verdadero pan del cielo es Jesucristo que da vida eterna. Esta vida se ve claramente en su persona y en su cuerpo dado por todo el mundo.

El Pan de Vida (Juan 6:30-40)

ver.cristopandevidajuan6.35Juan 6:30-40
30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?

31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.

32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.

35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.

37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.

38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.

40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Predica de Pastor Jaime Greenwood, 9 de junio, 2013

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=HDY73JKGuI4&feature=youtu.be]

I. El verdadero pan del cielo. Vs. 30-32

Es interesante que mucha gente busque una alimentación espiritual que sea fácil de ingerir.

A. La multitud pide una señal del cielo. V.30  Habiendo pasado por alto todas las señales hechas V.26, llegaron a la conclusión de que el orden divino es ver y creer cuando en realidad es creer y ver (Juan 11:40). Mucha gente no cree en Jesús y su excusa es que quiera que Dios haga algo para probar su existencia.  Al formar largas listas de cosas que Dios tiene que hacer la gente pierde la vista de todo lo que ha hecho.

B. La multitud menospreció las señales de Jesús y magnificaba la persona de Moisés. V. 31  Ellos quisieron hacer comparación entre la señal de la alimentación de los 5.000 que Jesús realizó una vez y la alimentación de los 2.000.000 de israelitas cada día durante cuarenta años que ellos suponían que fue realizado por Moisés. El pan que Jesús es ofrecía era pan común mientras el pan que Moisés hizo caer era pan del cielo.

Ellos citan al Antiguo Testamento para respaldar su reclamo. Es importante reconocer que los judíos buscaban un Mesías que iba a realizar obras mayores que Moisés. Pero la enseñanza de muchos rabíes apuntaba a un Mesías que haría las mismas obras de Moisés solo en proporción mayor.

C. Jesús les ofrece el verdadero pan celestial. V.32  

1. Jesús rectifica su equivocación sobre la fuente del maná.  Mientras ellos interpretaron equivocadamente de que el maná era resultado de la obra de Moisés entre el pueblo judío, Jesús dice que no fuese así. Ellos leyeron Nehemías 9:14, 15 y solamente vieron la referencia a Moisés, mientras Éxodo 16:4 hace claro que Dios proveyó el pan diario. El resultado en el pueblo judío era lo expresado en  Salmo 78:22-25. La falta de fe en Israel se ve en cada área de la vida cotidiana.

2. Jesús se informa sobre el verdadero pan.  Jesús les hace entender que el pan del cielo de que ellos hacen mención cayó del cielo azul, mientras Él les ofrece el “verdadero pan del cielo” que quiere decir de los lugares celestiales. La metáfora se ve claramente enDeuteronomio 8:3.  El pan mundanal alimenta al cuerpo físico, mientras el verdadero pan celestial alimenta a la vida espiritual.

II. El pan de vida. Vs. 33-35  

A. El pan de Dios es una persona. V. 33  Es muy probable que la gente no capta el significado de la palabra aquí traducida “aquel” que hace referencia al hecho de que Jesús es la alimentación espiritual dado por Dios. Jesús hace manifiesto a todos de que lo que desciende de lo alto es espiritual y da vida al mundo. Mientras el maná alimentaba por un tiempo y después murieron todos los que lo habían comido, el pan de Dios da vida eterna.

B. El mundo busca una alimentación temporal. V. 34  No nos debe sorprender de que haya tanta confusión y rechazo en cuanto a la persona de Jesucristo. Al escuchar a Jesús decir que hay la posibilidad de obtener algo de Dios gratis, la multitud mostraba algún interés en obtenerlo y pida poder empezar a tenerlo para siempre.

Pero como la mujer samaritana en 4:15, ellos buscaban satisfacer sus necesidades temporales en vez de buscar satisfacer anhelo de su alma.

C. Jesús afirma ser la única satisfacción de la condición humana. V. 35  En este versículo, Jesús aclara que Él es la fuente que alimenta el ser espiritual. Que el pan de vida no solamente procede de su persona, pero en todo sentido Él es el pan de vida, el pan celestial.

Esta es la primera de siete afirmaciones del “yo soy’ que da a entender la divinidad de la persona de Jesucristo. Es solo a través de Jesús que alguien puede tener y sostener la vida espiritual.

Jesús es el pan que sacia el alma y es el agua que satisface la sed del mundo. Pero es imprescindible que uno se acerque a Jesús y que le cree también. No quiere decir que jamás volveremos a necesitar de Jesús una vez que hayamos gustado de su persona. El pan y el agua es una alimentación diaria.

III. La voluntad de Dios. Vs. 36-40

A. El ver no asegura el creer. V. 36  Dios desea “que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). Pero la gente hoy día quiere que Jesucristo satisfaga sus deseos terrenales. Por esta razón Jesús concluye que habiéndolo visto con sus ojos, no entendieron Sus propósitos. Ellos no llegaron a creerle aún después de las evidencias experimentadas de primera mano por todos ellos.

B. El Padre asegura la salvación de todos los que vienen a Jesús. V. 37  Hay un problema que no es posible reconciliar en este versículo. Los pecadores nunca ven la necesidad de venir a Cristo si el Padre no les dé a Jesucristo. Este problema entre la elección y la voluntad humana no es explicable, pero son dos verdades enseñadas en la Biblia y hay que aceptar a los dos.

C. Hay unidad de propósito en la deidad. V. 38  Es la sexta vez en este pasaje que Jesús ha dicho que descendió del cielo. Ahora agrega que su propósito no es hacer su voluntad sino la voluntad de su Padre celestial. Más adelante los judíos le van a acusar de ser el hijo de un pobre carpintero.

El gozo del hijo se cumple en hacer la voluntad de su Padre y su misión es la salvación de pecadores.

III. La voluntad de Dios es la salvación de los que creen en el Hijo. Vs. 39-40  La salvación que Jesús ofrece es algo definido. No solo los guarda de la muerte, porque los va a buscar en el día final y resucitarles para vida eterna. Es necesario “contemplar” o “mirar” la persona de Jesús para poder depositar nuestra fe en Él.