Visión Espiritual (Juan 9:35-41)

sleeping under starsEl detective Sherlock Holmes y su amigo el Doctor Watson salieron juntos para realizar un camping. Después de la cena se retiraron y se pusieron a dormir. Pasaron algunas horas y Holmes le dio un codazo a su fiel amigo. “Watson, mire arriba y decime lo que ves”. Watson respondió y le dijo, “Ve a millones y millones de estrellas.” “Y, ¿qué podes deducir de esta situación?” Watson lo consideró por un momento. “Astronómicamente, me indica que hay millones de galaxias y potencialmente miles de millones de planetas. Astrológicamente, observo que Saturno se encuentra en Leo. Horológicamente, saco la conclusión de que  son las tres y cuarto. Teológicamente, Puedo ver que Dios es todopoderoso y nosotros somos insignificantes y débiles. Meteorológicamente, supongo que nos va a ser un lindo día mañana. ¿Por qué, qué significa para vos?”

Replico el Señor Holmes, «Watson, idiota, ¡alguien nos robó la carpa!»

Vision Espiritual

Hay muchas veces en la vida cuando la respuesta simple es la más buscada y la más difícil de encontrar. En nuestro texto hoy, Jesucristo nos va a indicar que hay dos conclusiones que debemos sacar en cuanto a la posesión de la visión espiritual.

Juan 9:35-41
35 Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?

36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?

37 Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.

38 Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.

39 Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.

40 Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?

41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

I. Jesús nos busca para relacionarse con nosotros. (Vs. 35-38) Es parte de la naturaleza de Dios (lo normal) buscar a los necesitados. «Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros» (Hechos 17:27).

A. Creer en Jesús se refiere a una decisión personal. (V. 35)  Jesús pregunta al hombre si está dispuesto a depositar su fe en Cristo. Es hora de cambiar su opinión de simplemente creer que Jesús es un profeta y llegar a la conclusión de que él es el cumplimiento de la promesa de Dios. Es divinidad.

B. Es necesario reconocer la persona de Cristo para creer en Él. (V. 36) El hombre nunca había visto a Jesús antes pero parece que le reconoce la voz. Le trata con respeto y demuestra su disposición para creer. Lo que no se sabe todavía es en quién depositar su fe.

C. La persona de Jesús se revela a través de su Palabra. (V. 37) El sentido de la vista es algo todavía nuevo para este hombre. Al escuchar a Jesús decir que la vista restaurada que le trajo visión física ahora le puede también hacer llegar a la vista espiritual debe de ser algo contundente para el hombre sanado.

D. La comprensión nos lleva a responder favorablemente. (V. 38)  El término Señor aquí contiene el reconocimiento de la verdadera identidad de Jesús. Esta fe se demuestra en dos maneras.

1. El hombre reconoce que Jesús merece su confianza. “Creo, Señor” es una simple confesión de que ha depositado su fe en Jesús.

2. El hombre le rinde respeto a Jesús como divinidad. Es el único lugar en el evangelio de Juan donde hace mención que alguien adora a Jesús. La adoración es un producto natural de un corazón cambiado. La bendición enorme que recibió aquel hombre resulta en un agradecimiento devuelto en adoración de la Persona de Dios.

 II. El resultado del acercamiento a Jesús es tener visión espiritual. (Vs. 39-41)  En el resto del capítulo Juan nos relata que obtener visión espiritual puede eludir a algunos.

A. La luz divide entre los ciegos y los que obtienen visión espiritual. (V. 39)  “El resultado de la venida de Jesús es que los ciegos ven” (Morris, p. 105)

B. El conocimiento no es suficiente para obtener la visión espiritual. (Vs. 40-41) Cuando alguien es ciego, la luz resplandece en su vida al recibir la vista. Pero cuando que dice tener la capacidad de ver, rechaza la venida de la luz, aquella persona demuestra su ceguera espiritual no importa si aún es líder religioso.

Predica de Pastor Jaime Greenwood, 22 de junio, 2014
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Rios de Agua Viva (Juan 7:37-39)

37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.  38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.  39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

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gatorade manuEs impresionante la propaganda que sale en la tele, los carteles, y las revistas acerca de los poderes de Gatorade. Por ahí, has visto a Manu Ginobili, jugador de básquet de los Spurs de San Antonio, promocionar al Gatorade. Siempre es lo mismo. El deportista bien sudado levanta la botella de esta fórmula mágica a su boca para rehidratar a su cuerpo con solo tomar un Gatorade. Pero no solo eso, porque de repente se transforma en un jugador veloz con capacidades casi al nivel de un superhéroe. Y todo esto proviene de una bebida que a la misma vez tiene un buen sabor. Lo realmente increíble es que muchas personas lo compran con la expectativa de que los van a hacer un mejor deportista. Nos encantaría poder obtener algo que nos quitara la sed y a la vez nos ayudara obtener poderes extraordinarios, ¿no? Creo que sería aún mejor en el radio de la vida espiritual.

¿Qué tal si te decía hoy que realmente hay algo que quita la sed y nos puede dar poder en nuestro andar con Dios? Aún en los tiempos de Jesús la gente buscaba algo que les quitara la sed, llenaría el vacio y que les permitiría experimentar el poder de Dios en su vida. La verdad es que es una sed que hace mucho tiempo la gente busca quitar o apagar. Dios promete poder para el hombre y la mujer piadosos y no llega a ser sólo una propaganda.

En el contexto de nuestro pasaje hoy, Jesús se compara con el agua que se vertió en el altar durante toda la fiesta de enramados. Los sacerdotes fueron al estanque de Siloé y llenaron un recipiente dorado con agua y lo llevaba en procesión al Templo. El simbolismo de este hecho radica en el agua que Dios proveyó en el desierto durante la peregrinación de la nación de Israel y a la vez fue un pedido de lluvias en el próximo año. Cantaron los himnos de los Salmos 113-118 y pasajes como Isaías 12:3. Mientras la gente cree que Jesús habla de las lluvias, su mensaje radica en la profunda necesidad del alma y como cubrir esta necesidad.

I. La propuesta de Jesús V. 37

A. Es necesario reconocer tu condición.  En el gran día de la fiesta Jesús alza la voz mientras está parado para enseñar a las multitudes. Su postura es significativa porque los maestros comúnmente enseñaron a sus seguidores mientras estaban sentados.

“Si alguno tiene sed” llega a ser la condición que diferencia entre los que recibirán la invitación y los que le rechazarán a Jesús. Pero todos nosotros somos pecadores necesitados (Rom. 3:23) entonces debemos acercarnos a la fuente de agua viva. Jesús nos invita a reconocer nuestra sed en nuestro interior.

B. Es necesario reconocer la provisión de Dios.  Mientras algunos llegan a la conclusión correcta de que debe haber algo más significativo en la vida que la vida en sí, muchos nunca reconocen la provisión de Dios expresada aquí en la persona de Jesús. Jesús dice: “venga a mí y beba” como el ofrecimiento universal para la necesidad de cada ser humano. Su provisión es gratis y viene acompañada por su gracia y perdón.  ¡Acercate hoy!

II. La promesa de Jesús V. 38

A. El que en él cree recibirá una vida transformada.  Jesús sigue hablando a la multitud y le invita a depositar su fe en Él. Al hacerlo reciban grandes promesas basadas en la Palabra de Dios. No hay un texto explícito que cita Jesús pero hay muchos que hablan de la transformación que Dios mismo opera en la vida del ser que se entrega a Él (Is.58:11; Pr.4:23; 5:15; Is. 44:3; Ez. 47; Joel 3:18; Zac. 13:1; 14:8).

Nuevamente, la condición es fe en la persona de Jesús como Salvador del mundo.

B. La evidencia de la vida transformada es la presencia del Espíritu Santo.  Jesús hace referencia a que un rio de agua viva brotará del interior de la persona que deposita su confianza en Él. El pasaje más cerca sería Isaías 44:3 dónde tenemos la promesa acerca de la vida entregado al Señor siendo una bendición a los que están en su alrededor.

“El agua viva mana en última instancia de Cristo, el creyente es una fuente para los demás.” (Morris, Leon El Evangelio Según Juan Vol. I p. 478) Es importante entender el significado de estas palabras para el creyente porque “cuando el creyente va a Cristo y bebe, no solo calma su sed, sino recibe un abastecimiento tan abundante que de él van a brotar verdaderos ríos.” (Morris, p. 479) Cuando recibimos el espíritu al momento de creer en Cristo nos acompaña permanentemente e influye en los demás si lo permitimos. Pero si somos más como el Mar Muerto que tiene una entrada pero no tiene salida nos convertimos en creyentes egoístas y acaba nuestra influencia.

III. El pretexto de Jesús V. 39

A. Solo los que creyeron recibirían la promesa del Espíritu.  El Espíritu de Dios iba a venir sobre los que creyeron. Pero hay un problema de traducción aquí tanto en el inglés como en el castellano. Por favor de subrayar la palabra “que” y escribir en el margen “quien” porque el Espíritu Santo es una persona, no una cosa. Dios nos acompaña en cada momento mientras Su Espíritu mora en nosotros.

B. Solo pudo venir el Espíritu después que se vaya Jesús.  “El Calvario es el preludio necesario para llegar a Pentecostés” (Morris, p. 481). La obra del Espíritu no había empezado mientras Jesús no fue glorificado, cosa que habla de su muerte, sepultura y resurrección. Ahora opera libremente en la tierra (16:7).

Predica del Pastor Jaime Greenwood, 16 de marzo, 2014