Dios siempre nos acompaña cuando respondemos afirmativamente a Su llamado.
Hay mucha confusión en el mundo sobre “Qué es el llamado de Dios” y las implicancias son muchas. En mí caso en particular el llamado de Dios al ministerio me ocurrió durante un campamente cristiano de verano. A través de la prédica de la Palabra de Dios y mucho tiempo enfocado en examinar a las Escrituras en distintos momentos de una semana intensiva de exposición a un entorno cristiano, Dios me trajo convicción por estar dispuesto a servirle a Él con mi vida. Fueron años después que recién descubrí que Dios me iba a utilizar como un misionero en la Argentina.
En el texto que continua en Hechos 9 sobre la conversión de Saulo vemos que la manera normal de Dios en llamar a alguien a servirle es a través de Su Palabra (en este caso hablada en primera Persona) y un tiempo de dedicación y meditación en las cosas que Dios había hecho en él. En su momento más oscuro figurativa y literalmente, Saulo se encuentra con una realidad que le va a servir de apoyo durante el resto de ministerio terrenal. Dios siempre nos acompaña cuando respondemos afirmativamente a su llamado.
I. Las salvación de Saulo está acompañada por indicaciones de un corazón convertido (vv. 8-9)
La visión que tuvo Pablo de la Persona de Cristo era tan iluminadora para dejar a Pablo ciego. Al terminar su discurso y volviendo a enfocarse en su entorno se encuentra con la nueva realidad de que él no puede ver con sus ojos. Ahora es necesario recibir la ayuda de sus acompañantes para llegar a la ciudad. Dios nos puede cambiar las circunstancias de nuestra vida para hacernos volver a enfocar nuestra atención en Su Persona.
Ahora es guida a entrar en Damasco, no para realizar su plan terrorífica de asaltar a la iglesia sino de meditar en su experiencia y esperar el direccionamiento de Dios en los próximos pasos para seguir. La práctica moderna de ayunar es casi desconocido en nuestros días. No hay un mandato en el Nuevo Testamento para participar en los ayunos. Sin embargo, es algo que muchos en la iglesia primitiva practicaban. Siempre se encuentra en el contexto de buscar la voluntad de Dios. Es una manera de abnegarse a uno mismo las comodidades del diario vivir y concentrarse en la oración y la meditación en las verdades de Cristo.
II. La selección de Ananías está acompañada por la revelación directa (vv. 10-12)
A. Dios elija a un seguidor para confirmar su llamado a otro (v. 10) Es significativo que Dios utiliza a un discípulo para confirmar Su llamado en la vida de Saulo. Un hermano experimentado en la fe cristiana ahora tiene la oportunidad de ministrar a uno más nuevo en la fe.
B. Dios confirma su voluntad al revelarla a más de una persona a la vez (vv. 11-12) La doble visión de Ananías y de Pablo se utiliza para demostrar la veracidad del evento como algo divino. Dios estuvo obrando en la vida de Saulo para prepararlo para Su ministerio pero a la vez enseña a Ananías sobre el depender en Dios para ser librado de hombres malvados.
III. La solicitud de Ananías está acompañado por escepticismo (vv. 13-14)
Ananías responde con dudas naturales sobre las intenciones de Saulo. De alguna manera, las intenciones de Saulo llegaron a Damasco más rápido que él mismo pudo llegar para realizarlas. Ananías cuestiona si en verdad Saulo puede serle útil al Señor en la obra. Su preocupación tiene mucho que ver con la complejidad de la misión de Pablo al estar respaldado por las autoridades religiosas de Jerusalén.
IV. La santificación de Saulo como fuente consagrada a Dios (vv. 15-16)
Dios responde a las inquietudes de Ananías con una respuesta contundente. Dios revela que Saulo es una persona elegido para una tarea en específico. Que Dios lo va a utilizar como una vasija con un propósito específico. Y que su tarea incluye la dispersión del evangelio a grupos todavía no alcanzados. A fin y acabo, Saulo está por entrar en una nueva etapa de la vida donde va a tener la oportunidad de demostrar su fidelidad a Dios a través del sufrimiento.



Cuando uno reconoce la divinidad de Jesucristo su vida es cambiada para siempre.









La verdad de la Palabra de Dios supera los engaños de los malvados. ¿Fuiste engañado alguna vez por un mago? La mayoría de los trucos que hacen los magos tienen que ver con artimañas de juego de manos donde “la mano es más veloz que el ojo” dándole la sensación que algo mágico habría sucedido. Aún cuando sabemos que alguien nos va a engañar con sus trucos nos quedamos fascinados por la ligereza asombrosa del mago. Hay cierto prestigio que acompaña al mago por su habilidosa manera de entretenernos con cosas que no podemos explicar.
Ahora, quiero hablar con usted sobre el tema de hoy, «dondequiera que Él guíe hay éxito». Quiero que todos los que están aquí lo digan y lo signifiquen: «Dondequiera que Él guíe, iré». Ahora, Él no puede guiarlo atraves del OCEANO. Él no puede llevarte al púlpito. Pero, Él te guiará. Y, Él tiene un plan para ti. Ahora, puedo preguntar, cuántos misioneros hay aquí, y no quiero que levantes las manos, porque podría avergonzarte, después de decirte lo que voy a decir a continuación. Porque, quiero decir que cada uno de nosotros que somos salvos es un misionero. Decir misionero y decir cristiano es decir lo mismo. Ahora, un misionero es alguien que ha sido salvado del pecado. Ahora, algunos de nosotros somos enviados a través del océano, y algunos de nosotros somos enviados al lado, pero si somos salvos, entonces somos enviados, y debemos decir: «A donde sea que Él nos guíe, iré porque ahí es donde encontraré el éxito”. Ahora, quiero darle esta mañana, mientras estudiamos la Palabra de Dios, algo para animar su corazón, algo que decir y en serio, no tener miedo de decirlo. Y, por cierto, si alguna vez hubo un momento en el que debiera decirlo, damas y caballeros, es ahora. A donde sea que Él nos guíe, yo iré porque ahí es donde encontraré el éxito. El problema es que los tiempos son desesperados, pero los santos de Dios no lo son. Nos sentamos y sentimos que, si vamos a la iglesia el domingo por la mañana, le hemos hecho un favor a Dios: «¡Oh Dios, qué buen seguidor tuyo soy! Fui a la iglesia el domingo por la mañana. Incluso deposité algo en el plato de la ofrenda. «Ahora quiero que, para cuando terminemos este mensaje, cada uno lo haya dicho y lo haya dicho en serio:» A donde sea que Él me guíe, yo iré porque ahí es donde encontraré el éxito.
La diáspora judía o el
Los israelitas anhelaban volver a su antiguo estilo de vida en Egipto. Querían sus ídolos y ceremonias, en lugar de este nuevo Dios. Anhelaban la vida más fácil de la esclavitud en lugar de la vida más difícil de la fe.
Se escucha contar la historia sobre un mariscal en el ejército de Napoleón, un hombre que estaba devoto y totalmente unido a él, que recibió una herida mortal en batalla. A medida que se acercaba los últimos momentos y él yacía moribundo en su tienda, envió a su líder. Napoleón vino a verlo. El pobre hombre creía que su emperador podía hacer cualquier cosa. Tal vez incluso buscó ponerlo en el lugar de Dios. Así que le rogó seriamente a su líder que le salvara la vida. El emperador cabeceó la negativa y tristemente se dio vuelta. Pero mientras el hombre moribundo sintió que la mano fría y despiadada de la muerte lo arrastraba irresistiblemente detrás de la cortina del mundo invisible, todavía se escuchaba gritar: «¡Sálvame, Napoleón! ¡Sálvame! ”En la hora de su muerte, ese soldado descubrió que ni siquiera el poderoso Napoleón podía darle vida física.
El mensaje de Esteban al Sanedrín fue este. Ni Abraham, ni José, ni Moisés pudieron salvarlos. Solo el profeta que Moisés les dijo que vendría podría hacerlo. Él, siendo el Hijo de Dios, se ofreciera como el sacrificio adecuado por sus pecados. Solo Él podía salvarlos, y estaban a punto de rechazarlo al igual que Moisés fue rechazado.